Desde mi práctica psicoanalítica, he podido constatar que el arte es una alternativa especial para escuchar, acercarse y conocer a quienes presentan una discapacidad intelectual desde otra perspectiva y una invaluable posibilidad para conocer la riqueza que sólo se puede encontrar en el mundo de la discapacidad.

"Las personas con síndrome de Down pintan lo que ven tal como lo ven, dibujan escenarios y personajes cotidianos a través de líneas simples con colores muy variados y brillantes, logrando con su aparente pensamiento concreto crear imágenes abstractas".
El arte plasmado en sus diversas expresiones por las personas con síndrome de Down, nos muestra nuevas perspectivas para comprender la vida, contar el tiempo, dimensionar los espacios, acomodar las palabras y comprender las imágenes que siempre dicen más de lo que es posible expresar. La música, la literatura, la danza, la escultura y la pintura creadas por las personas con síndrome de Down, son elementos capaces de abrir dimensiones desconocidas para nuestros sentidos, al llevarnos a escuchar sonidos nuevos y al plantearnos preguntas que en su simpleza nos dejan sin respuesta; al realizar movimientos que hacen evidente la diversidad de la esencia humana, elaborar figuras moldeadas con las manos a través de una mirada especial y plasmar imágenes que cautivan, por contener un sello que identifica dentro de la diversidad.
Las personas con Síndrome de Down pintan lo que ven tal como lo ven, dibujan escenarios y personajes cotidianos a través de líneas simples con colores muy variados y brillantes, logrando con su aparente pensamiento concreto crear imágenes abstractas. En consecuencia, el resultado de esta mezcla creativa es sorprendente para todos, pues es por medio de esta composición inédita de imágenes con variaciones de matices e intensidad, que es posible captar eso que no pueden decir las palabras y que solo se puede expresar a través de imágenes, sonidos, silencios, texturas y movimientos. Es a partir de la captura de estas manifestaciones creativas, efímeras y casi imperceptibles, que es posible identificar por momentos, un fragmento de la esencia que constituye a las personas con síndrome de Down, de eso que es difícil nombrar pero que las avala como personas únicas e irrepetibles y les da la posibilidad de llegar a subjetivarse y quizá de trascender a través del tiempo de diversas formas.
Autora: Mtra. Cecilia Rosales Vega
Psicoanalista y Psicóloga en Centro Discapacitarte
Contacto: info@discapacitarte.com

Cecilia Rosales Vega estudió la carrera de Psicología en la Universidad Iberoamericana, tiene una Maestría en Investigación Psicoanalítica por la AMPIEP y participa desde hace varios años en diversas actividades de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis. Es fundadora y directora del Centro Discapacitarte, donde proporciona con un grupo de especialistas consultas de atención psicológica para personas con discapacidad y su familia, realiza talleres para maestros, terapeutas y especialistas e imparte conferencias sobre el tema de discapacidad en escuelas, clínicas y diversos medios de comunicación. Ha conducido y participado en diversos programas de radio en el Instituto Mexicano de la Radio y publicó una colección de cinco libros titulada “¿Qué hago con un niño con discapacidad?” editados por Pax.
Comentarios